En días como hoy, en los que me cuestiono todo y aguanto presiones desde todos los ángulos (laborales, personales...), más que nunca necesito hacer un descanso y pararme a recapacitar. Cuando una persona ha llevado un hábito poco saludable los primeros 29 años de su vida, es difícil cambiar el chip e intentar hacer algo para mejorar tu calidad de vida.
Cuando empecé con la dieta no lo hice por lo que decían los demás o por algún tipo de cuestión de interés, lo hice, simplemente y llanamente, por mí mismo. Para alguien que era feliz sentado todo el día programando o jugando con el PC, es difícil cambiar el chip y transformar ese tipo de actividades en paseos por la playa andando, en bicicleta o ir al gimnasio.
Primer año de ejercicio
¿Qué puedo decir de este primer año y pico de dieta y ejercicio? Que es difícil. Para la gente que tiene dos dedos de frente y elige un tipo de vida saludable desde un principio y solo tiene que mantenerse es mucho más sencillo que para gente como yo, que pesaba 130Kg. Nosotros no podemos permitirnos prácticamente lujos y tenemos que estar siempre al pie del cañón intentando bajar todos los días y mantenerse en el mismo peso es, como no, una derrota.
A pesar de todo, después de bajar 35Kg no me siento un perdedor, pero tampoco veo la meta. El problema de intentar bajar de peso es que todo lo que dicen es cierto y mucho más.
- Bajar de peso no es dejar de comer, es mucho peor, es comer cosas que no te gustan.
- Bajar de peso no es dejar de hacer el vago, es hacer mucho deporte y, créeme, si no sudas la camiseta, ese deporte no te va a servir de nada.
- Bajar de peso no es dejar hábitos como sentarte a jugar con el PC o la consola, es cambiarlos por paseos y no parar quieto.
- Bajar de peso no es dejar la siesta, es cambiarla por dolores de espalda y cansancio constante.
Y, con todo, si lo haces bien, es la mejor recompensa del mundo, no por estética ni asuntos vanos. Encuentras recompensa en muchos otros derroteros: por ejemplo, desde que estoy a dieta ,tengo el colesterol bajo, YO, que con mi sangre se podía hacer fabada sin ponerle ni chorizo; o te miras al espejo y te das cuenta que esas piernas que eran puro tocino de repente tienen "huesos" y "músculos", incluso alguna vena que jurarías que no estaba ahí. Una cosa graciosa es que hasta las deportivas me vienen grandes y es que el pie, también adelgaza.
El primer día que fui a la piscina, y esto lo he contado ya mil veces, me hundí, literalmente, a mitad de largo; ahora puedo hacerme unos cuantos seguidos sin despeinarme. Con la bicicleta me asfixiaba y ahora la uso para ir y volver del trabajo todos los días.
Y qué queréis que diga. Según escribo todo esto mi nivel anímico sube y no puedo evitar sentirme un poco mejor. Lo demás empieza a importarme un poco menos y solo pienso en que hay que ser positivo y seguir adelante.
La motivación
Coincido normalmente con mi novia en que el problema de todas las dietas es la motivación. Más que la falta de ella, el problema es cómo mantenerla lo más alta posible. Y es que, cuando llevas ya bastante tiempo haciendo lo mismo y cada día obtienes menos resultados (cosa completamente lógica, cada día hay menos kilos que bajar), es difícil mantenerla alta. Como se suele decir "todo está en la mente". Es complicado para gente que disfruta, como hago yo, con la comida dejar de comer lo que me gusta. A veces entro en estado de negación y cuánta más hambre tengo, más terco me pongo y menos quiero comer.
Para subir la motivación puedes:
- Buscar información por Internet: Esto es una mina. Siempre encuentras algo que te sirve: puedes leer blogs, foros e, incluso, consejos prácticos de cómo llevar tu dieta a buen puerto.
- Date algunos caprichos: El concepto de la cheat meal o comida trampa es muy válido. Aquí lo tenéis mejor explicado en el maravilloso blog de mi novia.
- Intenta no ponerte limites ni reglas: Da lo que puedas de ti mismo. Lo que puedas, al principio, puede ser muy poco. Si es así, no debes preocuparte lo más mínimo.
- Sé perseverante: Se hace más con una hora de ejercicio al día que con 7 horas un sábado.
- Aléjate de las dietas milagrosas: A ver como lo digo: son todas una sarta de tonterías e idioteces y la mayoría de las veces que funcionan es simplemente porque, al cambiar tus hábitos alimenticios, provocas una descompensación en tu organismo que no es nada sana; por esto mismo tienen un gran efecto rebote.
- Aléjate de los medicamentos milagrosos: Hay dos tipos,:los que son perjudiciales para tu organismo y los que no lo son, pero son simples placebos.
Si usas estas herramientas de manera correcta, es muy probable que consigas mantener tu motivación en la dirección correcta.
¿Volvería a empezar?
Sinceramente, a pesar de saber todo lo que sé ahora, que es mucho más de lo que sabía cuando empece (o sea 0), sí, creo que lo haría otra vez y lo haría seguramente por el mismo motivo que lo hice la última vez. Aunque probablemente prescindiría de muchos errores que cometí por desconocimiento.
Lo que hay que tener claro es que esto de adelgazar y ponerte en forma (no solo adelgazar), es más una maratón que un sprint.